Sentencia: La custodia compartida de un perro en las rupturas de pareja.
El Juzgado de Primera instancia nº 1 de Teruel dicta la primera sentencia sobre la custodia compartida de un perro, en la que deberá pasar cuatro meses con cada uno de la pareja separada.
Es una de las pocas sentencias de este tipo que hay en España y la primera en Teruel.
En el juicio se discutía sobre la custodia del perro, siendo la parte demandante defensora de que el animal había sido un regalo y por lo tanto la posesión del animal era exclusivamente de ella.
Nuestro compañero Rodrigo Gomez, defendía la postura de la custodia compartida, celebrando la sentencia conseguida que a juicio puede suponer “una nueva interpretación y consideración” en futuros juicios sobre animales domésticos.
Reclamamos la custodia compartida desde el primer momento, intentando llegar a un acuerdo extrajudicial. Rodrigo argumentó que “los animales tienen sentimiento, y su custodia no se puede dirimir por el nombre de una factura como si de un mueble se tratara”.
Esta sentencia supone un avance importante para los procesos futuros en los que se encuentren en la misma situación.
El juez señala en el fallo de la sentencia “resulta irrelevante si el perro era o no un regalo, pues es la voluntad de ambos incorporar al animal a la familia”. Indica el juez que lo trascendente no es que se dé la apariencia de un regalo o no al perro, sino la voluntad subyacente de que sea uno más de la unidad familiar, requiriendo el cariño y cuidado de todos.
La inscripción del animal en el registro a nombre de la demandante no acredita nada, ya que en el documento solo podía figurar uno de la pareja. No acredita titularidad pues es un archivo de naturaleza administrativa.
Esta sentencia así como otras dictadas suponen un avance en el reconocimiento de los animales domésticos como miembros de las unidades familiares y como objetos. Su señoría refiere al ordenamiento jurídico de otros países en los que se diferencia a estos animales de las personas y de las cosas.
Recordamos que se está tramitando una proposición de ley sobre el régimen jurídico de los animales, y en la sentencia el juez se refiere al “espíritu que alumbra la futura ley”.