Renovables: la energía eólica y su futuro prometedor
Las energías renovables son recursos limpios y casi inagotables que proporciona la naturaleza. Por su carácter autóctono contribuyen a disminuir la dependencia de nuestro país de los suministros externos, aminoran el riesgo de un abastecimiento poco diversificado y favorecen el desarrollo de nuevas tecnologías y de la creación de empleo.
Las energías renovables de uso eléctrico son las energías que permiten la generación de energía eléctrica para su incorporación a la red; o para su autoconsumo.
El pasado 23 de junio el Consejo de Ministros aprobaba el Real Decreto-Ley 23/2020 con medidas para impulsar la transición energética hacia un sistema eléctrico 100% renovable. El Gobierno prevé atraer inversiones por más de 90.000 millones de euros y generar entre 107.000 y 135.000 empleos netos al año durante la próxima década. La norma crea un nuevo sistema de subastas, elimina barreras para el despliegue masivo de fuentes renovables, define nuevos modelos de negocio y fomenta la eficiencia energética, entre otras cuestiones.
En este caso vamos a centrarnos en la energía eólica, pues España es el primer país europeo por potencia eólica instalada (2.243 MW). Además, durante 2019, Aragón ha sido la comunidad autónoma que más energía eólica ha instalado (1.102 MW), seguida de Castilla y León (461 MW) y Galicia (416 MW).
La energía eólica es la energía renovable más madura y desarrollada. Genera electricidad a través de la fuerza del viento, mediante la utilización de la energía cinética producida por efecto de las corrientes de aire.
Para que sea concedida la autorización de instalación del parque eólico, la empresa promotora está obligada a presentar una memoria ambiental, que recoja los efectos potenciales sobre la fauna, flora, paisaje y biodiversidad del área geográfica afectada. Una vez concedida la autorización de instalación, se requiere a la empresa promotora la realización de un estudio de impacto ambiental sobre el ecosistema, flora y fauna de la superficie afectada. Así lo establece la Ley 11/2014, de 4 de diciembre, de Prevención y Protección Ambiental de Aragón.
La calidad de vida de la población es un parámetro de difícil cuantificación, pues influyen parámetros subjetivos y variables dependientes del individuo. Para evaluar la calidad de vida se tomarán como indicadores: los efectos sobre la salud, los cambios en la percepción del entorno, y los cambios socioeconómicos. Estas afecciones están relacionadas directamente con el ruido, la calidad del paisaje y las sinergias que se produzcan con otras industrias.
Para estudiar las perturbaciones sobre la población se deben abordar los siguientes aspectos:
- Molestias derivadas de la contaminación acústica.
- Estudios epidemiológicos e implicaciones otorrinolaringológicas.
- Aspectos psicológicos.
- Molestias producidas por sombras intermitentes.
- Interferencias electromagnéticas.
- Modificaciones en el paisaje y en la calidad visual.
- Impacto sobre el patrimonio histórico y cultural.
Se realizaran mediciones del ruido y sus componentes a baja frecuencia.
Un primer paso para evaluar la situación económica es analizar los usos del territorio, y en caso de instalar el parque eólico en ese emplazamiento, qué consecuencias económicas supondría sobre la población y cómo pueden compensar las pérdidas.
Podemos destacar el caso del municipio de Formiche Alto (Teruel), donde recientemente se ha construido un parque eólico de 24 megavatios. El parque consta de 6 aerogeneradores de 74 metros de pala y 152 metros de altura, que se encuentran entre los más grandes de Europa. El proyecto afecta al monte de utilidad pública, concretamente al paraje de Cabezo Alto; se trata de la ampliación del ‘Parque Eólico del Puerto de Escandón’.
Para su instalación se analizaron los efectos sinérgicos esperables sobre el impacto sonoro, impacto visual e impacto sobre la avifauna, y, tras el análisis, se expuso que no serían esperables efectos sinérgicos en cuanto al nivel sonoro dada la distancia entre parques y la ausencia de edificaciones residenciales. Respecto a la visibilidad, los parques eólicos son visibles conjuntamente desde varios núcleos urbanos, a distancias mayores de 10 km, excepto en el caso de Formiche Alto, que se encuentra a menos de 5 km.
En este caso, se han seguido todos los trámites y requisitos de la legalidad vigente, y pese a alguna reticencia inicial respecto al impacto que éstos podrían tener en el turismo, actualmente los aerogeneradores ya se encuentran en funcionamiento.
La implantación de parques eólicos fomenta el desarrollo económico de las áreas rurales que se encuentren sumidas en una situación improductiva, avivando el empleo e incrementando los ingresos del Ayuntamiento, lo cual es de gran utilidad e importancia.
Por último, hay que destacar que en este tipo de proyectos prima el medioambiente y se respetan todas las normas al respecto, replantándose, por ejemplo, cada uno de los árboles cortados.